Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Mental y Cultura de Paz

Para abordar el diagnóstico panorámico de la situación de la salud mental en nuestro país, debemos empezar por definir salud mental. En la actualidad, la salud mental no se entiende como la ausencia de enfermedades mentales solamente. La Organización Mundial de la Salud, ha definido a la salud mental como el estado de bienestar que permite a cada individuo realizar su potencial, enfrentarse a las dificultades usuales de la vida, trabajar productiva y fructíferamente y contribuir con su comunidad. De modo que, la problemática de salud mental incluye no sólo los trastornos mentales sino también, problemas psicosociales graves, como diversos tipos de violencia; los cuales generan consecuencias que de no ser abordadas contribuirán a reproducir de generación en generación este problema.
La Estrategia Sanitaria de Salud Mental esta sustentado en información sobre los trastornos y problemas en salud mental, priorizados en función de su prevalencia. Asumiendo que la etiología de los trastornos mentales es multifactorial, se ha puesto énfasis en los determinantes sociales, que consideramos son importantes tanto para la expresión de los trastornos mentales propiamente dichos, como en la génesis de los problemas psicosociales identificados.
Esta estrategia fue ampliamente presentada y discutida en el desarrollo de la Asignatura de Atención Integral en la Comunidad en la EAP de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Setiembre 2012-II.



Masa Corporal y Climaterio

Diversos estudios han demostrado que la menopausia se asocia a un incremento del peso total y los niveles de grasa corporal, observándose un aumento significativo en la acumulación de grasa intraabdominal con la llegada de la menopausia. La modificación en la distribución de grasa que sufren las mujeres en la menopausia y mostrando una mayor disposición de la grasa en la zona abdominal, se relaciona también con el cese de la secreción de estrógenos gonadales1. El incremento de la grasa visceral va a facilitar el desarrollo de insulino-resistencia y sus consecuencias clínicas: intolerancia a hidratos de carbono y diabetes tipo 2, hipertensión arterial y dislipidemias. Actualmente aún no esta claro porqué algunas mujeres son especialmente susceptibles a aumentar drásticamente su peso corporal con la llegada de la menopausia2. Se han dado múltiples explicaciones relacionadas con factores genéticos, socio económico y relacionado con la historia menstrual y reproductiva, el comportamiento alimentario y la actividad física, sin estar aún claro la causa, ya que existen estudios que indican que los factores genéticos explican únicamente el 60% de la variación del acumulo de grasa total y abdominal3,4. En resumen los cambios hormonales determinan un aumento de peso dado por una pérdida de masa magra (músculo esquelético y hueso) y un aumento de masa grasa, con una distribución abdominal o central y un perfil aterogénico en las lipoproteínas, respuesta endotelial y coagulación.