Enfermedades de transmisión sexual, una amenaza creciente a nivel global


Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son responsables a nivel mundial de patologías agudas, infertilidad, discapacidad a largo plazo y muerte. Anualmente, solamente en los Estados Unidos, cerca de 20 millones de personas contraen una ETS, y el costo anual por estas entidades asciende en ese país a 16.000 millones de dólares, según “Clinical update in sexually transmitted diseases–2014", una nueva rvisión difundida por la Cleveland Clinic Journal of Medicine.
 
Esta revisión, que actualiza toda la información clínica sobre las ETS, dice que el 50% de estos contagios corresponden a adolescentes y jóvenes entre 14 y 25 años; y el resto en hombres homosexuales, algunas minorías raciales y étnicas, y gente con comportamiento sexual riesgoso. Y expresa que el Preventive Services Task Force (USPSTF), de los Estados Unidos, define al comportamiento sexual de alto riesgo como: tener múltiples parejas actuales, tener un nueva pareja, el mal  uso de los condones, tener relaciones sexuales bajo la influencia de alcohol o drogas, o el intercambio de sexo por dinero o drogas.

Los autores de este detallado estudio, expertos estadounidenses en prevención y control de la ETS, manifiestan que en los Estados Unidos la mayoría de los casos de ETS se deben a herpes genital o sífilis. Y las siguientes causas más comunes son chancroide, granuloma inguinal, y linfogranuloma venéreo. Además, expresan que en las mujeres y los niños, las ETS pueden tener consecuencias graves y de largo plazo: infertilidad, la facilitación de la infección por el VIH, enfermedad de inflamatoria pélvica, y pobres resultados perinatales.

Dentro de las medidas de prevención, la vacunación previa a la exposición es una de las maneras más eficaces para evitar el virus del papiloma humano, el de la hepatitis A, e infecciones por virus de la hepatitis B. También se ha demostrado que el riesgo de contraer el virus de la inmunodeficiencia humana es de dos a cinco veces mayor si el paciente tiene una enfermedad genital ulcerosa (como la sífilis o el herpes) en el momento del encuentro sexual.

Otras de las medidas preventivas es que todas las personas de 13 a 64 años deben, al menos una vez en su vida, ser sometidas a la prueba del VIH. Y las mujeres sexualmente activas (hasta los 24 años) a un cribado por clamidia una vez al año, y las de alto riesgo deben ser examinadas además por gonorrea y sífilis. Asimismo, las mujeres embarazadas deben someterse a las pruebas para detectar clamidia, hepatitis B, el VIH, y aquellas de mayor peligro de infección a estudios de  gonorrea y hepatitis.

Por su parte, los hombres deben someterse a las pruebas para el HIV, y los de mayor riesgo también por sífilis. Otras de las directrices destacadas: las personas homosexuales del género masculino deben ser sometidos a análisis anuales por HIV, sífilis, clamidia, gonorrea, y gonorrea faríngea. Otras de las prácticas preventivas recomendadas por esta investigación: la circuncisión masculina, porque reduce el riesgo de HIV y de herpes genital; y el condón correctamente usado previene los casos de sífilis, HPV genital, clamidia, gonorrea, y tricomoniasis.

Ingrese ahora a “Clinical update in sexually transmitted diseases–2014", un destacado estudio publicado en el Instituto Core Journals de RIMA que lo ayudará en su práctica clínica.
 

¿El cáncer de ovario está asociado a la dieta?

El cáncer de ovario es la causa principal de muerte por cáncer ginecológico. Una nueva revisión evaluó si la alimentación está relacionada con el desarrollo de esta enfermedad. Una nueva revisión, publicada en la Revista “Cancer Epidemiology Biomarkers & Prevention” y realizada por investigadores estadounidenses, sugiere que un alto consumo de grasa en la dieta estaría asociado al riesgo de cáncer de ovario, pero que todavía se necesitan estudios adicionales para determinar esta evidencia.
 

Titulada
"Dietary Intake and Ovarian Cancer Risk: A Systematic Review", esta revisión sistemática que actualizó una revisión publicada en el 2004 sobre la alimentación y su asociación con el peligro de desarrollar cáncer de ovario- dice que este tipo de cáncer es la causa principal de muerte por cáncer ginecológico, por lo que es imperioso identificar cuáles son todos los factores de riesgo modificables para prevenirlo. Sus autores, expertos en Nutrición, Cáncer, y Salud Pública de las Universidades de Arizona y Texas, Estados Unidos, analizaron todas las investigaciones sobre el tema (que incluyó estudios de cohorte prospectivos), publicadas entre el 1 de enero de 2003 y 15 de marzo de 2013.

Los resultados de esta revisión sugieren la posibilidad de un mayor riesgo de cáncer de ovario en mujeres que consumen una mayor cantidad de grasa en la dieta, productos animales (incluyendo productos lácteos y nitritos), y posiblemente vitamina C. Por el contrario, las verduras, las isoflavonas y los flavonoides se asociaron con un menor riesgo de desarrollar esta enfermedad. Sin embargo, estos investigadores manifiestan que se necesitan estudios más amplios y de exposición variada, para definir completamente las recomendaciones dietéticas para la prevención de este tipo de cáncer.

Insuficiencia ovárica en la adolescente


Una reciente publicación realizada en Current Opinion in Obstetrics and Gynecology, valora la importancia de realizar un diagnóstico precoz de la insuficiencia ovárica primaria en la adolescente. Históricamente las irregularidades del ciclo menstrual o amenorrea que presenta una adolescente, ha sido tratada con el uso de anticonceptivos orales, en la mayoría de los casos sin determinar su etiología. Actualmente se hace evidente la importancia determinar las causas que ocasionan estas patologías. Tradicionalmente estos trastornos se diagnostican con la presencia de ciclo menstruales irregulares, altos niveles circulantes de gonadotorfinas y niveles bajos de estradiol, pero desde hace algunos años está teniendo mayor importancia el uso de biomarcador (Hormona antimulleriana).

La evaluación en estos casos también incluye un análisis de cariotipo, permutación FMR1 y 21-hidroxilasa. Para el caso de niñas que presentan un riesgo para el desarrollo de trastornos de insuficiencia ovárica se les ofrece la opción de criopreservación de ovocitos o
tejido ovárico.
El diagnóstico precoz facilita la individualización del tratamiento y el reconocimiento del agotamiento prematuro de los ovocitos, aspectos que permitirán tener una mejor opción de preservación de la fertilidad durante los próximos años. Los detalles completos de este estudio se encuentran publicados en; Current Opinion in Obstetrics and Gynecology 25 ( 5 ) , 375-81 (octubre de 2013)