Reducción del colesterol en mujeres embarazadas


Investigadores están estudiando si los esteroles vegetales se pueden utilizar como una alternativa natural a la farmacoterapia en las mujeres embarazadas que tienen concentraciones elevadas de colesterol.

Aunque es normal que el colesterol de una mujer alcance cifras máximas durante el embarazo, las concentraciones excesivas de lípidos, sea por motivos genéticos o alimentarios, puede tener efectos negativos sobre la salud de la descendencia, tanto a una edad temprana como en la edad adulta, dijo Todd Rideout, profesor asistente de ciencias de ejercicio y nutrición de la Escuela de Salud Pública y Profesiones de la Salud de la Universidad en Búfalo y el principal investigador del estudio.

En las mujeres embarazadas que tienen colesterol excesivo –determinado por arriba de 280 mg/100 ml– el trastorno se conoce como hipercolesterolemia suprafisiológica. «Se dispone de muchos datos que respaldan que la descendencia de madres hipercolesterolémicas tendrán estrías de adiposidad en sus arterias junto con las concentraciones elevadas de colesterol y triglicéridos a una edad temprana, y pueden tener complicaciones relacionadas con enfermedades cardiovasculares a medida que crecen», dijo Rideout.

Utilizar fármacos hipolipidemiantes característicos como las estatinas no es posible debido a las consecuencias negativas para el desarrollo que pueden tener los fármacos en los recién nacidos, señala Rideout. «Ahora mismo las opciones de tratamiento son escasas. Existe una verdadera necesidad de identificar un tratamiento del colesterol alternativo para las mujeres que deseen embarazarse o que ya están embarazadas», dijo Rideout, quien recibió una beca adicional por un año de 88.000 dólares del Centro Nacional para la Salud Complementaria e Integrada y la Oficina de Suplementos Alimentarios, a fin de continuar el estudio de los esteroles vegetales que se inició en el 2013.

«El tratamiento alimentario abre la oportunidad para tratamientos naturales que sean inocuos tanto para la madre como para el feto y que sean eficaces para disminuir el colesterol sanguíneo», añade.

Los esteroles vegetales, conocidos como fitoesteroles, ofrecen perspectivas favorables en virtud de que se ha demostrado que disminuyen el colesterol. «Los fitoesteroles son muy similares al colesterol presente en la carne y en los productos lácteos. No se podría decir cuál es la diferencia», dijo Rideout. «Sin embargo, son metabolizados en nuestros cuerpos de manera muy diferente. De hecho compiten con el esterol para absorberse en la sangre. Es la forma en que disminuyen las concentraciones de colesterol».

Aunque muchos de los vegetales que las personas consumen contienen estos esteroles, las cantidades son tan pequeñas que incluso los vegetarianos consumen menos de 2 gramos al día, la cantidad recomendada para que los esteroles sean eficaces. «Los vegetarianos pueden obtener hasta casi 1 gramo al día, en tanto que la mayoría de los consumidores probablemente obtiene entre 300 y 500 miligramos en el mejor de los casos», dijo Rideout. «La mayor parte de los datos indican que incluso a estas concentraciones más bajas existe un pequeño beneficio reductor del colesterol, al igual que de su alimentación normal. Sin embargo, si una persona tiene el colesterol elevado y está buscando un tratamiento natural, tendrá que obtener un suplemento».

A muchos alimentos, como el yogurt y la margarina, se les están adicionando esteroles vegetales, dijo Rideout, quien ha investigado los fitoesteroles durante el último decenio. «Pensábamos en las aplicaciones novedosas para los esteroles vegetales y parecía como una cuestión evidente: ¿Podrían ser un tratamiento potencial para las mujeres embarazadas y que tienen concentraciones excesivas de colesterol antes de embarazarse?», dice.
El laboratorio de Rideout ha comenzado a evaluar con ratones y hámsteres, la alimentación a un grupo de animales con una dieta alta en contenido graso y alta en colesterol, en tanto que el otro está consumiendo la misma dieta pero con fitoesteroles añadidos. «Estamos comparando las concentraciones sanguíneas de lípidos cuando nace la progenie para ver si la descendencia de las madres que fueron alimentadas con fitoesteroles durante el embarazo tienen un lipidograma más favorable»