El
síndrome de ovario poliquístico (PCOS) se ha transmitido en muchas familias
durante generaciones, ocasionando problemas de salud metabólica y de la
reproducción a millones de mujeres en todo el mundo. Sin embargo, aún se
desconoce su causa, pese a más de 80 años de investigación desde que se
describió inicialmente el trastorno en 1935.
Un
estudio de asociación de todo el genoma del PCOS realizado en Northwestern
Medicine ―el primero en su clase en enfocarse en mujeres de ascendencia
europea― ha esclarecido nuevos aspectos importantes de las características
biológicas fundamentales del trastorno.
Un
equipo de investigadores dirigido por investigadores de Northwestern Medicine
utilizó el DNA de millares de mujeres y la genotipificación de casi 700.000
marcadores genéticos para cada individuo e identificó dos nuevas regiones de
susceptibilidad genética que parecen ser específicas de las mujeres europeas
con PCOS, así como una región también presente en mujeres chinas con PCOS.
Lo
que es muy importante, una de estas nuevas regiones contiene el gen para la
hormona hipofisaria gonadotropina, FSH (hormona estimulante de los folículos),
lo que proporciona pruebas de que la alteración de esta vía que regula la
función ovárica desempeña un papel fundamental en la patogenia del PCOS.
El
estudio fue publicado en Nature Communications.
"La
identificación de los genes relacionados con el PCOS nos brinda datos clave
sobre las vías biológicas que producen el trastorno", dijo la Dra. Andrea
Dunaif, autora principal del estudio. "La comprensión de estas vías puede
culminar en nuevos tratamientos y enfoques para la prevención de la
enfermedad".Dunaif es la Profesora Charles F. Kettering de Endocrinología
y Metabolismo en la Escuela de Medicina Feinberg en la Universidad Northwestern.
También es médica en Northwestern Memorial Hospital.
"No
se dispone de fármacos para el PCOS aprobados por la FDA", dijo Dunaif.
"Podemos tratar los síntomas y mejorar la fecundidad en las pacientes,
pero sin comprender la causa del PCOS, no podemos curar el trastorno".
"Los
análisis genéticos a gran escala que resultaron posibles después del mapeo del
genoma humano, nos permiten investigar todo el genoma para las variantes de DNA
que producen la enfermedad", dijo. "Esta información será decisiva para
la investigación de tratamientos eficaces del PCOS y para pruebas genéticas que
permitan identificar a las niñas con riesgo, antes del inicio de los
síntomas".
El
PCOS afecta a 7 a 10 por ciento de las mujeres en edad de procrear en todo el
mundo y los síntomas consisten en un aumento del crecimiento del pelo de tipo
masculino, aumento de peso, menstruaciones irregulares y esterilidad. Estos
síntomas se deben a la mayor producción de hormonas masculinas, sobre todo
testosterona por los ovarios y una alteración de la secreción de las
gonadotropinas hipofisarias, LH (hormona luteinizante) y FSH, lo que da por
resultado anovulación (abolición de la ovulación).
Como
resultado de investigaciones previas en el laboratorio de Dunaif, el PCOS
también conlleva resistencia a la insulina y en la actualidad se reconoce como
un principal factor de riesgo para la diabetes de tipo 2 en las mujeres
jóvenes. Su grupo de investigación ha estado al frente de los estudios
genéticos del PCOS y ha demostrado que familiares masculinos e hijos de mujeres
afectadas tienen más riesgo de diabetes de tipo 2 y problemas de procreación.
El
estudio de Northwestern complementa un estudio de asociación de todo el genoma
reciente de mujeres chinas y en él se identificaron 11 regiones en el genoma
que intervienen en la susceptibilidad al PCOS. Las regiones comprenden los
genes para los receptores de las gonadotropinas LS y FSH. La LH y la FSH actúan
a través de estos receptores y regulan la producción de hormonas ováricas, como
estradiol y testosterona (los ovarios sintetizan hormonas tanto masculinas como
femeninas), así como la maduración y la ovulación del óvulo. En conjunto con el
estudio de Northwestern, el descubrimiento del propio gen de la hormona FSH
permitió implicar a los genes que regulan las gonadotropinas y sus acciones en
la patogenia del PCOS.
"Durante
algunos años, los investigadores habían considerado que era la testosterona
producida por el ovario lo que representaba el mayor problema en el PCOS, pero
nuestro estudio no identificó señales de genes que regulan la
testosterona", dijo Dunaif. "En cambio, identificamos una señal para
el gen de la FSH, que es producida en la hipófisis situada en la base del
cerebro. Esto indica que la FSH, ya sea por la forma en que actúa sobre el ovario
o cómo es secretada, es muy importante en la patogenia del PCOS. Esta es una
nueva forma de pensar en torno a las características biológicas del PCOS".
El
estudio de Northwestern comprendió tres fases con tres diferentes series de
DNA. Todo el DNA provenía de mujeres de ascendencia europea, las que padecían
PCOS y las que no lo padecían (los controles). En conjunto, se utilizaron casi
9000 muestras de DNA individuales en el estudio con muestras proporcionadas por
Northwestern Medicine e instituciones asociadas en todo el mundo. El Proyecto
NUgene, un biobanco genómico patrocinado por el Centro para Medicina Genética
en Northwestern, en asociación con Northwestern Medicine, proporcionó muchas de
las muestras de control.
Se
necesitan más estudios de asociación de todo el genoma en torno al PCOS en
otros grupos raciales y étnicos. En un futuro próximo, los científicos de
Northwestern tienen planeado investigar los genomas de mujeres de ascendencia
africana que padecen el trastorno. Estos estudios esclarecerán la base genética
compartida para el PCOS y ayudarán al descubrimiento de los genes que
desempeñan un papel decisivo en la patogenia de la enfermedad en diferentes
grupos étnicos.
0 comentarios:
Publicar un comentario